A veces, cuando a uno la vida le va quitando las ilusiones y las esperanzas, una de las pocas cosas a las que puede agarrarse una persona es a su profesionalidad.
Al esfuerzo realizado, al trabajo bien hecho, al logro profesional que no se mide en dinero, sino en tareas, ideas, obras y funciones cumplidas con disciplina y el máximo rigor que una sociedad mediocre como ésta nos va dejando.
A veces, ser un buen profesional, íntegro y honrado, sin esperar recompensa a cambio, le convierte a uno en un héroe.
Aceleracionismo Social efectivo (e/Sacc)
Hace 4 semanas
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