Donde andas, corazón
que vestido de rojo pasión
despiertas cada mañana 
más en mi pecho ya no.
 
Donde moras, alma mía,
pues no te siento en mi pecho,
y el lugar que tú ocupaste
se encuentra vacío y reseco.
 
Tras que espejismo caminas
perdiéndote en la locura
de perseguir un fantasma,
renunciando a la cordura.
 
Donde te escondes, amor,
se que te ocultas con ella,
y quien posee mi corazón
es ahora ella, mi Princesa.
El Sueño de Europa
Hace 2 meses
No hay comentarios:
Publicar un comentario