Quienes me conocen, bien porque me conocen bien, bien porque me conocen desde hace mucho, saben que a veces el desánimo me atenaza y necesito cambiar mi punto de vista para renovar fuerzas.
Generalmente todos mis actos van encaminados a un único objetivo, mejorar el mundo.
Cada acto, cada estudio, cada trabajo, libro, acción está pensado, enfocado y dirigido al objetivo de hacer este mundo un lugar más hermoso, mejor, más humano. A enriquecer las vidas de la gente.
La conozca o no.
Sin embargo, esto tiene un lado malo, y son las hostias que me llevo.
Os puedo asegurar, por mi forma de ser, que son muchas y a veces muy duras, y siempre mantengo la ilusión, las ganas y el trabajo.
Pero eso se va acumulando y me hace ir viendo el mundo de una forma más pesimista.
Y en esa fase del ciclo estoy.
Así que, como ya he hecho otras veces, pondré en hibernación mis ganas de cambiar el mundo, mi entrega, hasta que vuelva a recuperar esa ilusión por mí mismo, o hasta que el mundo, y la gente, me demuestre que merece la pena seguir luchando por ellos.
Eso no significa que deje de hacer cosas, las seguiré haciendo, pero serán más privadas, más personales, más de reordenar mi vida, atender a mi familia y a mis amigos.
Ánimo en la lucha, pronto estaré de vuelta.
Aceleracionismo Social efectivo (e/Sacc)
Hace 4 semanas
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